Meditación

Alas y raíces
en el centro
cuando me encuentro
dentro y fuera de mí.





Hombre, no me dejás envejecer

“Quien lo siente, lo sabe, Señor”, Bob Marley.


En la antigua Grecia -la hemos nombrado anteriormente- existía la diosa griega, lunar, hechicera, amiga de Perséfone: Hécate. Se la representaba con tres animales: yegua, serpiente, loba. También, en igual de importancia, era la doncella, la madre y la anciana. Siendo esta última la gnosis más poderosa contenida en su figura. Con el trascurso del tiempo fueron Artemisa -diosa casta y cazadora, cuyo arco se relacionaba con la Luna- y Selene -diosa de la Luna- quienes asumieron el rol lunar de Hécate. Por lo tanto, ella fue condenada a ser venerada puertas adentro. Por un tiempo, hasta que el olvido cerró su magia para siempre. 

En la actualidad, se trata solamente de la doncella. No aquella que por su pureza consigue acariciar al legendario unicornio. Se trata de una doncella usual en las Redes Sociales, donde la autocosificación -volverse una cosa- es territorio de numerosas adolescentes y jóvenes y ciertas mujeres. La mirada ajena, la mirada de un otro que despertará cuando las lolas y las colas asuman pantallas. Esta cotidianeidad virtual nos lleva a la vivencia. Cuando la mujer más adulta gana en sabiduría pero parece perder en sensualidad, porque ya es un objeto desarmado, incompleto. Bien nos lo enseña la cultura de lo descartable. Del “por siempre joven”. 

Un hombre puede ser atractivo, indistinta su edad; una mujer no. Poco importan sus experiencias, saberes, sueños. “Es vieja” dicen quienes sólo pueden mirar y no Ver que primero el gran tiempo, Chronos, Saturno, a todos y todas nos alcanza sino también: la belleza y la grandeza de lo maduro. Sin embargo, son cualidades que no llevan curvas de cartón sino la expansión de aquella que ha vivido lo suficiente para reafirmarse a sí misma. Para ser con la vital suma que ha sabido asimilar. 

¿En qué espejos nos estamos contemplando? Es espejos torcidos, quebrados, que poco entienden que doncella, madre, anciana son lo mismo. En el sentido de que somos habitadas por las tres. Y es justamente esa trilogía la que aún nos da fuerza para arremeter contra el patriarcado -vigilancia, predominio, voluntad del hombre sobre la mujer en lo público y en lo privado- con armas poderosas como la lucidez, la rebeldía, la resignificación. Aunque duela. Aunque se llore. Aunque sangre.

Un camino amarillo transitamos, quizá en la urgencia de que el Mago de Oz nos cumpla el anhelo de poder ser aceptadas y valoradas. Al margen de la propia valorización. Transitamos. Simplemente. Con singularidades, talentos, la confianza en nuestros cuerpos, los conocimientos de la maduración. Seguiremos, por ejemplo, siendo sensuales porque la sensualidad es una actitud no una vana cuestión de edad. El refinamiento, la elegancia, muchas veces es patria de la edad bien ganada.  

Mientras, nos fundimos con la Madre Luna, tal vez, le entregamos, como otra cara de Dios, aquello que no podemos. Con esperanza, ternura, fe en su fertilidad. Seremos con la dignidad de la frescura que no pierden las valientes buscadoras. Aunque, hombre, no me dejes envejecer; yo continuaré viviendo a mi peculiar manera. Aunque los mandatos nos exijan ser otras. Yo continuaré viviendo a mi manera. 


Pic desde la Wiki


Cosificación y autocosificación

Me enseñaron el Arroz con Leche, me enseñaron sobre un príncipe azul, me enseñaron que papá era el fuerte del hogar. Soy una mujer ahora, sin embargo, intentan seguir enseñándome, o mejor dicho: imponiéndome.


Patriarcado significa predominio, voluntad, del hombre sobre la mujer. En ámbitos que hacen a la intimidad y además, al afuera. Vivimos en una sociedad, donde la mujer va ganando su patria, el territorio que la historia intentó negarnos. Ahora se escucha nuestro rugido con mayor fuerza. Pero hay tanto más por rugir. 


Cosificar es hacer de un individuo, una cosa para su uso: mujer objeto, para el deseo sexual del hombre. Bien sabemos por los medios de comunicación, por la publicidad, el modelo de juventud, flacura y belleza imperante, de status, de objetos, de estilos de vida. Presión. Bien sabemos sus consecuencias, en cierto grado, la autocosificación. Lo que significa que se trata de la observación ajena. Una personalidad gestada en las exigencias que el sistema requiere. 


Principalmente, en las Redes Sociales, donde se intenta exponer una identidad digital que, generalmente, no es verídica, encauzada hacia la aprobación masculina. Siendo ese objeto de deseo cuando las selfies dominan lolas y colas. O una sugerente parte del cuerpo. Desde la espontaneidad o la pose. Se busca la aceptación del hombre. Un Me Gusta puede hacer la diferencia entre sentirse aceptada o rechazada. La autocosificación, en mayor medida, se da en niñas y adolescentes. 


Una de las suposiciones más fuertes tiene que ver con la falta de autoestima de quienes se exponen de dicho modo, autocosificación que puede generar trastornos físicos y psíquicos. Como la anorexia y la bulimia. La ansiedad. La inseguridad. El aumentar, a través de elementos estéticos, la vigilancia hacia el cuerpo. Una certeza, los deberías culturales las convierten en víctimas. De su autoimagen, de su propio cuerpo. De la mirada del otro, que cobra relevancia sobre quién se elige ir siendo. 


Pues, por ejemplo alcanzar las imágenes de mujeres “tendencia” perjudica la imagen real, otorgando un modelo de flacura extrema o bien de curvas extremas. Dietas, aumento de pechos, vergüenza si no se adapta a los cánones de belleza. Resultado de tendencias histéricas, irreales. Que algunas mujeres siguen. Cueste lo que cueste. 


Cada mujer, indistinta su edad, si maneja o no Redes Sociales, es permeable al mandato cultural que nos obliga ser un cuerpo de juventud y belleza. Aún hay tanto por rugir. 


En la antigua Grecia, cuando también éramos maltratadas, surgió una diosa lunar, hechicera, amiga de Perséfone. Se llamaba Hécate, una de sus representaciones era: la doncella, la madre y la anciana. Contenía todo el saber femenino. Con el tiempo, su poder perdió efecto. Ella nos enseñaba -y nos enseña- que cada instancia es vital, necesaria; pero sobre todo, la gnosis -del griego, Conocimiento - de la mujer más experimentada. Pues integraba el saber de las otras dos. En este tiempo, la mujer sabia gana y pierde. Gana en quiénes pueden Ver su sabiduría y pierde al parecer descartable, dado que aún, además, no nos dejan envejecer.


Hombre, te habla Lilith


Supe cosechar en comunión con la tierra

construiste el templo y la guerra 

fui habitada por los dioses y profeticé

robaste mi voz

dijiste quién sería mi amado

dijiste que tenía que parir

lloré con la Luna

mientras leías y escribías

yo trataba de entender

mi sabiduría ardió en tu hoguera

en tus muros, sigo siendo sólo belleza

desde entonces no me dejás envejecer

reconociste mis manos y las explotaste

negaste mi criterio

ocultaste mi canto

pero mi rugido

ahora es más fuerte que tu historia 

y Dios nos forma del mismo barro.



Bibliografía

-Alba Moya-Garófano, Dept. de Psicología Social, Universidad de Granada, España

en elfeminismo.com

-es.quora.com

-aymeroman.blogspot.com, Texto de Marta Fontenla

-www.mujeresenred.net

-Cosificación de las adolescentes en las Redes Sociales Digitales, por Garazi Urdangarin Aranbarri







Ruge el Yaguareté que nos habita

Es su mandíbula la más vigorosa de todos los felinos. Sin embargo, eso no impide que sea uno de los hermanos animales con mayor extinción y mayor peligro de extinción. 

250 Yaguaretés existen en Argentina; más en el mundo, quizá rugiendo en sus selvas, desiertos, sabanas, bosques, humedales, áreas de montaña. Frente al exterminador por excelencia: el ser humano.

La arquitectura de nuevas infraestructuras, la deforestación, la cacería, las novedosas rutas que los arrojan a accidentes: son los motivos principales de su veloz desaparición. 

Phantera Onca es su nombre científico. Sus abismos nos enseñan que está siendo acorralado, allá y entonces, aquí y ahora. 

El Yaguareté es de reacciones particulares, siendo el felino más gigante de nuestra América. Pesa entre 70 y 90 kg, sin embargo algunos pueden llegar a los 135 kg. 150 y 170 cm de largo, más una cola majestuosa de 80 cm, generalmente. Alto. 65 a 80 cm. Pueden ser de color negro o bien, en pocas oportunidades, albinos.  

Territorial. Solitario. De día y de noche. Anda, rueda, nada. Disfruta de la benevolencia de la Madre Tierra. Sea en el barro, sea en las aguas. Donde es capaz de alimentarse de peces, entre otros animales.  

Las tierras de los machos y las hembras suelen ser compartidas, o mejor dicho, atravesadas por ambos. 300 km2 se estima el territorio elegido o el territorio en urgencia. 

Su zenit sexual es aproximamente a los 3 años en las Yaguaretés y alrededor de los 4 años en los Yaguaretés. Es la instancia cuando se separan de los papás en búsqueda de patrias novedosas. 

Su benevolencia “Yaguaretina” nos ofrenda una vida menos dañina a la flora y la fauna, a fin de cuentas, a nosotros mismos también. ¿Quién no podría deslumbrarse frente a la belleza de un felino, cuyo tamaño y pelaje con manchas, amarillo, hasta derivar en blanco?, ¿acaso quién no cantaría por él y por ella? 

Algunos no. Esos que siguen con trampas para arropar hacia la muerte a miles de animales. Esos mil ojos que observan con solo el deseo de mercancías y/o hobbies vulgares. 

Podemos detenerlos porque podemos visibilizarlos. El Darnos Cuenta de que los seres de los Reinos de la Naturaleza sufren por esas manos de sangre y hueso que saben triturar lo anhelado. 

Pero seas quién seas: ruge el Yaguareté que nos habita. 



Fuentes:

unidosporelyaguarete.vidasilvestre.org.ar

felinosdeargentina.com.ar

redyaguarete.org.ar





Lo que queda y quedará -Balada de la empatía-

 “Olvida tus problemas y baila,

olvida tus penas y baila,

olvida tu enfermedad y baila,

olvida tu debilidad y baila”,

Bob Marley. 


Dicen que el mundo se mueve por belleza, juventud, poder, fama y dinero. Pero 

yo siempre pensé que el mundo se mueve por Amor. A pesar de todo. 


En Diálogo de los muertos, del autor griego Luciano de Samosata -siglo II-, los

poderosos, los bellos, los ricos, los hombres de conocimiento: son iguales en el Inframundo, 

aquel lugar donde las ánimas -en la mitología griega- llegaban para su tránsito final. Ellos y 

ellas se quejaban por recibir el mismo trato entre todos -también aparecían romanos- en 

conversaciones con algunos dioses. Al leerlo, pensaba que lo único que podían llevar hacia al 

Hades, en verdad, era su bondad, su virtud, aquello que habían dejado noble en y para el 

mundo. 


También se dice que el dolor endurece al corazón humano, sin embargo, como decía la 

psicóloga gestáltica Maya Zuretti, “la experiencia ocurre, el aprendizaje se elije”; y es 

justamente en ese aprendizaje donde se juega la médula: empatía. 


La empatía es, al menos en mi concepción, la forma más elevada de Amor. Lejos está de la 

identificación con el terreno personal sino que hace al sentir el dolor del otro, “ponerse en los 

zapatos” -como se enuncia popularmente-. Sin embargo, a veces hay que atravesar el dolor 

propio para alcanzarla. Y ese dolor mortal también es necesario para aprender o negarse a sí 

mismo y al afuera. Se elige, siempre se elige. A veces a danzar con él, en la Fe o en la confianza, 

depende de las creencias de cada quien. 


La empatía nos atraviesa frente al árbol talado, la planta herida, el animal cazado, el otro 

hambriento, en guerra, sediento, excluido, el otro cuyas circunstancias son brumosas o 

caóticas o hirientes. Como OSHO manifestaba Somos el Mundo.


Creo y aquí tomo la sabiduría popular que “te llevas las sonrisas que generaste en los demás”. 

Nacemos en un grito y tal vez moriremos en otro grito o en el silencio, lo que es seguro es que 

quedará el Amor que hayamos sembrado, sin apego a los frutos. 


Seas quien seas, estés leyendo esto: bailá. Y si la Vida así te guía: acompaña a bailar a ese 

Hermano, a esa hermana, con empatía. 


El mundo se mueve por Amor. 


Tarot, Arcano La Estrella, desde Pinterest



AMOR, simplemente

 "Es bueno amar tanto como se pueda,

porque ahí radica la verdadera fuerza,

y el que mucho ama realiza grandes cosas".

-VIncent Van Gogh-


Una vez me preguntaron: ¿cómo explicás a Dios?, respondí: ¿cómo explicás el amor? 

Los antiguos griegos usaban una suerte de tipificación para definir el amor:

-eros, el amor romántico, pasional

-philia, el amor fraternal, el Servicio 

-storgé, el amor que implicaba el erotismo, la amistad, el compromiso

-ágape, el amor universal, espiritual

Por otro lado, Empédocles -filósofo griego del siglo V a. C-, poeta y vegetariano (“yo fui en otros tiempos un joven y una niña, un arbusto, un pájaro y un mudo pez” fr.117), creía en un ciclo cósmico, de ritmo cíclico, donde las cuatro cualidades -seco, húmedo, frío, caliente- son el origen, las llamó Raíces. Y utilizó imágenes míticas: Zeus (representaría el Fuego),  Hera (Tierra), Nestis (Agua) y Aidoneo (Aire). ¿Por qué nombro esto? Porque serán el amor y el odio, la Amistad y la Discordia, las energías que configuran el proceso por el cual aparece, evoluciona y desaparece nuestro universo.

Empédocles me recuerda a Carl Sagan cuando dice: somos un “conjunto de moléculas orgánicas”, pero es el ordenamiento de las moléculas al combinarse lo que nos vuelve únicos. Me gusta pensar que también son el amor y el odio las energías que ordenan nuestro proceso de crecimiento, definiendo nuestra evolución.

Mientras, en un artículo publicado por Zschimmer-Schwarz -España- desde una mirada científica respecto del amor de pareja nos alecciona que el amor comienza por la atrayente diferencia de los sistemas inmunológicos, dado que de esa manera la unión tendría numerosos niveles de inmunidad. Es el olor la brújula que nos indica -sin que podamos advertirlo- de esta diferencia, vital para la trascendencia de la especie. Entonces llegarán la dopamina, neurotransmisor del placer; Norepinefrina, hormona del “vértigo sentimental”; Feniletilamina, neurotransmisor de la profundidad. Asimismo, señalan una segunda fase donde las hormonas se combinan en una danza cuando “el maldito amor que tanto miedo da” -Los Redonditos de Ricota- ha de comprometerse. Oxitocina, se libera al contacto físico o bien, desde nivel de la ensoñación; Serotonina, las dosis de felicidad.

Puedo amanecer en un atisbo de entendimiento sobre la ciencia y su explicación del amor de pareja, que no me basta. Porque puedo amar al árbol, la flor, la roca. La Madre Tierra. Puedo amarme a mí misma. Y de esa manera, vivenciar esos minutos cuando amo a la Creación y todos sus Reinos. 

OSHO nos enseña que el contrario del amor es, en verdad, el miedo. El I Ching nos hablará del odio. La Teosofía, de la indiferencia. Aún no sé cuál es su contrario, pero sí sé que en el miedo nada germina, nada puede brotar y alcanzar su madurez. Ser amador/a y amar es una responsabilidad para con la vida misma. Un privilegio que se nos otorgó. El escudo más poderoso. La energía más elevada. La energía más necesaria: somos el mundo.

Comprendo la necesidad de explicar absolutamente todo. Ello nos da seguridad. Sin embargo, frente al amor no hay seguridad, pues no hay murallas ni torres. El amor saludable, claro, en todas sus manifestaciones es un milagro. Podrá la ciencia exponer los procesos biológicos de mi organismo pero la realidad es nuestro tesoro. Tesoro que no lleva adjetivos, medidas sino mayúsculas. Y no puedo definirlo. 


Imagen desde El Confidencial



Tu mundo es vida. Porque tu sangre es vida. -Vampirismo en el día a día-

 Añejas mitologías cargan en su seno animales fantásticos, algunos híbridos, malvados, que podríamos llamar vampiros. 

Más tarde, seres espeluznantes avanzaron sobre Serbia, Hungría y Romanía. Esos, lo “no muertos” que, sigilosos, volvían de su tumba para atacar a parientes y amigos, drenándoles la sangre con sus colmillos. Víctimas que luego se volvían como ellos, monstruos eternos. 

1721, aproximadamente, es el auge de la histeria por el vampirismo. Incluso aparecieron quienes ostentaban el título de “caza vampiros” abriendo tumbas y sepulcros para dar rienda a los rituales sabidos, popularmente. Mientras teólogos convenían que estas criaturas demoníacas y depredadoras sexuales eran tan reales como el propio poder de la Inquisición. 

El vampiro fue cambiando, adaptado a las necesidades de su tiempo hasta llegar a los inicios de la sociedad industrial. Machine: era victoriana. Represión y sumisión. Vampiros como liberación que dieron pié para ser material del romanticismo. Ahora el vampiro y la vampiresa -como femme fatal- abrían las puertas de las fantasías -y no tanto- en un proceso histórico cuando el ceremonial y protocolo eran médula de cortesías. Bingo. Grito en forma de obras literarias y pictóricas. La sensualidad en máximo arranque. La sexualidad sugerida en el vampiro que muerde el cuello de sus ingenuas víctimas. La tentación irresistible. La relación de poder. El anhelo de la juventud, la belleza, la eternidad. 

En numerosos países europeos aún se descubre el folclor del vampirismo, también en Medio Oriente, Asia y América; como Estados Unidos, Brasil, México. 

¿Son reales los vampiros?

En el sistema capitalista, los dueños de los medios de producción succionan la plusvalía que genera el trabajo, la identidad, las materias primas, la historia: succionan la vida de los trabajadores. Sus Recursos Humanos se transforman en recursos-no-humanos. Esto que estoy enunciado lo planteó Marx en su obra El Capital, la metáfora Capital-vampiro. 

Recursos-no-humanos, como la víctima del vampiro que se convierte, luego del ataque, en un “no muerto”. Así nos tornamos en un sistema donde se es según lo que se tiene. Y si no se tiene, no se es nada. Marx profesaba que el esclavo trabaja la tierra y al trabajarla, se transformaba a sí mismo; por lo tanto era el verdadero amo. Consciencia de clase podría ser una salida para el vampirismo capitalista. Frente a la alienación, propia de quienes no se dan cuenta de que el mundo se erige en antagonismos. 

Capital como el Señor vampiro succionando las venas de la propia Madre Tierra, sin noción de trascendencia. Como un cáncer, crece hasta matar al organismo que lo habita. La Amazonia pierde los dientes. Monsanto y sus semillas como pastillas para inyectarnos alambre en la boca. Incluso los “bebés” a pedido, que generalmente son blancos, rubios y de ojos celestes. Fondo Internacional de Mentiras -FMI- exprimiendo pueblos. Una ONU sospechosa para acabar con las Causas de la pobreza y la falta de agua potable, en lugar de palear el dolor. Atuendos de Hollywood que han de costar como un explosivo. Pochoclo para todas y todos. Industria textil que oculta a trabajadores desgarrados en jornadas interminables. 

La industria financiera, armamentista y farmacéutica son los vampiros mayores. Sube y baja de precios. Desolación y muerte. Síntomas tapados por magia. ¿Y todo para qué? Para que se aliente al consumismo, la negación de las formas de producción, la ambición sin límite. Las peores cualidades de un ser humano, que en verdad, parecería ser una entidad diabólica, un vampiro que se ha convertido al ser atacado por un vampiro mayor. Y seguirá arremetiendo. 

¿Existen los vampiros o no existen?



Fuentes

https://www.lavanguardia.com

https://www.reporteindigo.com/

https://www.nodo50.org  por Joel Sangronis Padrón: joelsanp02@yahoo.com

Fotograma: Nosferatu, 1922


Nosferatu 1922


El salario del odio

 “Basta con que un hombre odie a otro 

para que el odio vaya corriendo hasta la humanidad entera”, 

Jean Paul Sartre.


Pienso luego existo, proclamaba el filósofo Descartes; León Felipe, el poeta español, manifestaba algo así: lloro, río, grito luego existo. Parece que actualmente es “odio luego existo”. No intentamos en este texto acobijarnos en el fatalismo sino exponer una mirada. 

El sapiencial libro Kybalion -Hermes Trismegisto, enseñanzas herméticas aparecidas en 1908- profesa en La Ley de Polaridad: “Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse”. Queremos significar que el odio y el amor son polos que comparten un camino de graduación. Es dicho sendero el que tendríamos que recorrer para partir del odio hacia el amor. Sé, parece Ciencia Ficción. No lo es. 

Desde chicxs, la familia nos acompaña y -salvo excepciones- nos arroja sus miedos, frustraciones, exigencias, sueños, etc. No es determinante dado que arriba una instancia cuando se nos invita a detenernos para saber qué cargo que no es mío, qué patrones repito que no son míos, ¿qué hago con todo esto, de ahora en adelante? 

Empero, la ruta no es llana. Vamos creciendo. Y trata, además, del afuera. Nuevos mandatos, deberías para ahogar cualquier intento de identidad. Originalidad. Rebeldía.

Hay que ser. ¿Qué pasa si no soy? ¿Qué ocurre si no quiero ser? Soy excluidx o me encierro en mi torre. O intento encajar, sin conseguirlo jamás. 

“Ama a tu prójimo como a ti mismo”, como a ti mismo. Entramos en la misa de lo obvio: quien no se ama a sí mismx no es capaz de amar a la Existencia. Quien corra detrás de la absurda zanahoria no alcanzará los Campos Elíseos -suerte de paraíso en la mitología griega- sino una energía sórdida. El odio. 

El fenómeno de los heaters -odiadorxs- nos resulta añejo en las Redes Sociales y otros espacios, donde todo parecería estar permitido, como aquel/la que asume su virtualidad para dañar a otrxs. Dependerá de la sensibilidad. No todos los seres humanos son frágiles como un hueso, un golpe hábil es capaz de quebrarlo. No todxs somos fuertes como un golpe. 

La tecnología abre puertas, a la par de la creación de algoritmos informáticos injustos, segregadores y otros ocupados en volvernos potenciales clientes. Mas la computadora se apaga, la vida es lo que vamos haciendo de ella. Si el pasado, la sociedad, el sistema me exige ser otrx, ¿cómo podría valorarme siendo yo mismx? ¿Cómo puedo amarme? ¿Cómo puedo respetar a los demás?

Super Man, Super Women! We need you! -nosotros te necesitamos-, enuncian la Tv, la radio, las Redes Sociales, Internet... Probablemente, consumiré lo que fuese para olvidar en lugar de ir hacia mi interioridad. Con una autoestima débil a poco puede atreverse y asumirse. Seguramente, sienta odio por no ser lo que “debería ser”. Quizá desconozca o niegue esa energía tenebrosa que me habita: “corres muy lejos pero no puedes correr de ti mismo”1.  No obstante, el odio es contagioso. Ese es su mayor peligro y trampa. 

El filo durante la historia nos ha demostrado que el odio se contagia. Para avanzar hacia dimensiones gigantescas, donde atrocidades, guerras, genocidios, y toda la triste gama de miserias que pueden desplegarse. En nefastos Pretérito Perfecto Simple y Presente Simple. 

La historia personal y el contexto nos atraviesan, intentan forjarnos a fuego de espada pero bien lo expresó Heráclito -pensador griego, 480 a.C.-: “carácter es destino”. 

Pese a todo, seríamos hipócritas si no mencionáramos que el odio es una emoción natural, humana. Que la hemos sentido, la estamos sintiendo o la sentiremos. 

Aquí retomamos el camino de graduación por el Kybalion, apostamos…

Podríamos preguntarnos en primerísimo lugar: ¿qué tiene esa persona que también tengo yo? Para alejar cualquier proyección. ¿Qué es exactamente lo que pasó? Para asegurarnos lo propio de lo ajeno. ¿Para qué me es útil esta emoción? ¿Será para preservarme?, ¿para poner límites?, ¿para alejar a quien me hirió demasiado injustamente? ¿Quisiera ser de ese modo y también interviene mi envidia?, ¿o es tan diferente que asienta mi limpia elección de vida, benéficamente? ¿Representa él o ella todo lo que se demanda que sea, por todos los frentes, y yo también quisiera ser?, ¿o no quiero ser? ¿Me amo alguna vez por ser quien soy?

A fin de cuentas, tomando las palabras de Helena Blavastky -fundadora de la Sociedad Teosófica, s. XIX-: “nadie es tu amigo, nadie tu enemigo, todos son tus maestros”. El odio puede ser una herramienta de aprendizaje o el código del rey Hammurabi-Babilonia, XVI a.C.-, cuando mal se paga con mal. El odio se contagia. Y se queda preso de aquello a lo cual se odia, enseña el I Ching. Lo cotidiano se transforma en eslabón de una cadena que nos disuelve la compasión. 

Se seguirá navegando entre deberías o se irá despojando de aquello que no nos corresponde. Se sentirá vergüenza cuando las sombras sacudan. Se abrirá la Conciencia. Con el sabio Cronos, tiempo, se podrá ir celebrando por el brío de la andanza, grado a grado. Y se irá naciendo a valorarse con honestidad por saberse amadx y amador/a, simultáneamente. 

Porque “sólo el Amor salvará al mundo”.



1. Bob Marley



Tarot OSHO Zen 



No olvides abrazar a un àrbol

 “Árbol de la esperanza, mantenme firme”.

-Frida Kahlo-


Vamos con lo cliché; según el Diccionario de la Real Academia Española una de las definiciones de árbol es: 1. m. Planta de tallo leñoso y elevado, que se ramifica a cierta altura del suelo.

¿Pero ello define a un árbol?, ¿a un ser imprescindible del Reino Vegetal? Que impacta sobre territorios y humanos. Un árbol es la Vida en sí misma. Una de las mayores representaciones de la belleza, aquella que los artistas intentamos evocar, muchas veces sin lograrlo. 

La semilla es alojada en la tierra. Comienza a interactuar con su entorno. Germina. El árbol crece, si el medio es benévolo. Madura. Va envejeciendo. Hasta que El Olvido o el arcano sin nombre1 lo sesga. Es decir, hasta que muere. 

Se nos parecen más de lo que advertimos, con la diferencia de que están en comunión con la Naturaleza, valiosa capacidad que perdemos en la cultura del “corra ya, ya, ya”. 

Raíces. Tronco. Ramas. Hojas. Frutos y/o Flores, Copa. Lo que muchos no saben es que el tronco está muerto pero en su corteza una capa delgada le otorga vida. La sangre es vida. La savia es vida. Las raíces absorben agua y alimento, las ramas y el tronco lo mantienen erguido, las ramas también reciben los nutrientes de las raíces para otorgarlas a las hojas y así crear la fotosíntesis. 

Pueden ser de hoja perenne, de hoja caduca -pierden sus hojas según la estación-, los denominados árboles frutales -donde se integran los frutos secos- y árboles ornamentales -por ciertos rasgos que hacen a la estética-.

Los árboles son solidarios para con la Madre Tierra y todos sus Reinos. Menguan la temperatura de los suelos y regeneran sus nutrientes; en el marco de la agricultura, nos ofrecen alimentos; previenen la erosión de la tierra; absorben el CO2 y producen Oxígeno; crean biodiversidad; evitan en parte los rayos ultravioletas gracias a su sombra; los vientos son disminuidos; obtienen agua para los acuíferos; vuelven más lentas las corrientes de agua; provocan tierras más fértiles; disminuyen la contaminación auditiva; colaboran con mantener limpios los ríos y arroyos. 

Hasta acá definimos a un árbol, como definiríamos a un humano, tal vez, desde su anatomía y sistemas fundamentales. Pero hay más. 

En un estudio realizado por la Dra. Suzanne Simard, Doctora y Profesora de Ecología Forestal en la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, junto con su equipo, descubrió que los árboles se “hablan”. 

En un bosque, distintas especies de árboles comparten una red de hongos por debajo de la superficie de la tierra. Es decir, hongos y raíces están vinculados entre sí. A través de esta conexión no sólo se entrelazan nutrientes sino que además, cuentan con la capacidad de ayudarse e incluso alertarse frente a peligros. Como la tala. 

Sus roles tienen que ver con la colaboración mutua. Los denominados árboles Madre protegen en mayor medida a los árboles más jóvenes y están más atentos al resto de los miembros. Si las Madres son destruidas, el bosque entero corre riesgo de que la red sufra serios conflictos. Asimismo, cuando un árbol Madre está por morir transmite carbono, de manera más veloz, a los más árboles más pequeños y a sus vecinos. 

Podemos decir entonces que en la Comunidad Árbol sus miembros se comunican, incluso con parientes más lejanos, para la fraternidad, la solidaridad. Para hacer frente a las necesidades de cada quien. Para enseñarnos la armoniosa melodía del verdadero trabajo en equipo, donde no hay competencias ni corridas hacia la nada. Sino Amor. Ese que no lleva adjetivos pero sí mayúscula. 

Ahora pregunto, ¿alguna vez abrazaste a un árbol?

Se le llama Árbolterapia. Pero dejemos el rótulo de lado. Pues no es necesario ningún profesional o espacio donde nos enseñen a abrazar árboles. Basta con saber recibir lo que el afuera nos otorga para nutrirnos. Discriminar, como nuestros sabios riñones, aquello que nos será útil o no, entre el cemento y las pantallas de publicidad. Lo que crece. Único. De diversos colores, lejos queda el recuerdo del colegio de que los troncos son marrones, son marrones con grises, hay verdes, hay tintes amarillos, hay tintes negros. Magnificentes. De numerosos tamaños y formas. Ofrecen al tacto y a la vista la posibilidad de una experiencia nueva. Y sus hojas, que se mueven forjando una sutil lluvia, ahora en otoño. 

Y los hay tan mágicos como el Ginkgo biloba, que floreció luego de la bomba nuclear que Harry Truman, presidente de los USA, determinó sobre la población de Hiroshima, Japón. 

Al abrazar a un hermano árbol puede pasar demasiado. Desde interferencias con los auriculares, estallidos de aroma y lo esencial: la paz, la alegría. La reverencia. Hay quienes con la mano receptiva -izquierda- tocan al árbol y posan su mano activa -derecha- en el Chakra Cardíaco, del Corazón -Anahata, color verde, yo amo-. Y hay quienes tan sólo los abrazamos, le agradecemos la enseñanza de su fortaleza y lo obvio: para tocar el cielo hay que tener raíces. 



Fuentes

1. Arcano del Tarot Marsellés XIII 

https://www.reddearboles.org/ 

https://www.ashestolife.es

https://www.ecologiaverde.com 





La era del pseudosalvador político

 “No dejes que te engañen

o incluso que traten de enseñarte.

Oh, no.

Tenemos nuestra propia mente

así que vete al infierno, si lo que estás pensando no está bien”. 

-Bob Marley-


A la era del mesías político le llamo la era del pseudosalvador. Demos nuestra confianza, sin medida, a esa figura que sabe todo y promete que absolutamente todo, sin ninguna duda, será resuelto. Pero el ilusionismo no es Magia. 


El pseudosalvador es de olfato hábil y pelaje brillante. Camina versátil entre las esquinas donde su oportunidad espera. Con oratoria para trincheras. Con gestos de compraventa. Con propuestas de espejos dorados. Perros clonados y motosierras. 


Intentará “salvarnos”, institucionalmente. Aunque la verdadera salvación comienza en lo individual, luego en lo colectivo y más tarde, en lo institucional. Se trata de una lectura holística. Necesaria. 


Pensar, hablar, actuar. Darnos cuenta si lo que hacemos está bien para nosotrxs o si estamos haciendo lo correcto para el bien común. Pues todxs llegamos a esa encrucijada donde vicio y virtud esperan en cada camino. Elegimos. Momento a momento. 


El antiquísimo y sapiencial I CHING, libro chino estudiado por Lao Tse e interpretado por Confucio, plantea que el estilo de las relaciones entre los miembros de una familia se traslada al Estado. Cada integrante del clan aportará su carácter; sus recursos y talentos, asimismo, sus debilidades. 


La obra se inicia. Lo obvio es a veces lo más difícil de Ver. En nuestro interior juegan salvadorxs y salvadxs. Villanxs y héroes/xs. Brujxs y magxs. Quizá por ello se dice: el mayor trabajo es el que se hace en uno mismo. Labor filosa. Vital para la construcción de una personalidad más rica. Ser como los sabios riñones, discriminando lo útil de lo tóxico para el organismo y nacer, como resultado, en una mirada novedosa, crítica. 


El pseudosalvador político huele el miedo y la desesperación ajena. La incertidumbre. Es amigo de los pocos a pesar de que habla por los muchos. Sabe construir una narrativa en la que él nos salvará del inminente fuego. Se piensa como él o se es su enemigo. 


Su gatillo tiene la destreza de quien sabe usar guantes. Su águila colérica vuela sobre cabezas, ganando voluntades. Mientras, los más vulnerables caen en sus garras, entre el humo y la incomprensión. Todxs estamos caminando sobre campo minado. 


Pensar también es nuestro Derecho.





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Tarot Marsella


Exceso/adicción a las Redes Sociales -volviéndonos robots-

 “Sólo hay una guerra que puede permitirse el ser humano:

la guerra contra su extinción”, Isaac Asimov.


La vida parece escurrirse entre la pantalla, el teclado y el celular. El tiempo pasa sin que se perciba tiempo. Mecánicos giramos alrededor de la Red Social predilecta como robots en tareas para humanos. ¿Nos estamos volviendo más humanos? ¿O nos estamos alejando de nuestra humanidad para volvernos humanoides?


Una Red Social es una plataforma donde se interconecta información -desde educación, arte, vida privada, citas, sexo- de quienes la comparten, de quienes la reciben y de empresas -hasta partidos políticos- que publicitan: favorable vía para vendernos algo que ni siquiera queremos o pensábamos que existía. Hasta un voto puede ganarse digitalmente.


El uso de una Red Social convoca la dopamina -neurotransmisor del Sistema Nervioso Central que se ocupa de la motoridad, las emociones, el afecto y la comunicación, entre otros-. Capacidades que podemos alcanzar caminando, estudiando, leyendo, compartiendo…


Somos lo que sabemos, seres sociables. ¿Pero qué ocurre cuando esa sociabilización queda marcada a fuego por la virtualidad? Los vínculos se vuelven acuosos. Parecen extinguirse. Un mensaje de Wsp sostiene penas y alegrías, pero no abrazos.


Sin embargo, no podemos negar que son un recurso útil para los que se encuentran en feroz lejanía o necesitan difundir su trabajo. Con prudencia y refinamiento.


Mientras, las consecuencias arremeten con brío. Depresión, baja autoestima, dependencia emocional, problemas de extroversión. Y cuando la PC o el celular se apagan, la soledad eléctrica capaz de rumear en nuestras cabezas, quizá, hechos vividos en las Redes.


El cyberbulling es territorio usual, el maltrato “digital”, incluso el acoso sexual. Lo más alarmante es que los niños de a partir de los diez años utilizan Redes Sociales, siendo el punto más fácil para una exposición que podría dañarlos en demasía. De igual modo, las juventudes crecen en fila tecnológica.


La APA -Asociación Americana de Psiquiatras- y su DSMV y la Organización Mundial de la Salud no han establecido formalmente cómo la adicción/ exceso a la virtualidad ha de ser combatida, hay adicción, pero no hay tratamiento.


Y así, a veces fingiendo una identidad alternativa, consumiéndonos frente al monitor o el celular, preocupándonos por lo que se diga y los Me Gusta que se reciba, haciéndonos más tolerantes a navegar por las Redes, preocupados por seguir las últimas tendencias, con abstinencia cuando no tenemos acceso a ellas; y así, nos vamos transformando en más robots y menos humanos.


Empero, podemos traer la perla desde la profundidad de los oscuros dominios de Neptuno. Darnos cuenta que detrás de cada comentario/Me Gusta hay un ser humano. Ser más compasivos. También podemos aprender desde contenidos saludables, algunos trascendentes. Donde conocimiento y belleza se ofrendan para nutrirnos.


Menos tiempo, horarios fijos, cuidado con los contactos y las cuentas, desactivar notificaciones, hacer por vivencia aquello que amamos son alternativas vitales. Porque ninguna tecnología puede transformarnos de seres humanos a robots. Salvo que se elija.


Biblio

menteamente.com

psiquion.com


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Obra de Kip Omolade


Ser o no ser humanos: esa es la cuestión

 “La Tierra ofrece lo suficiente como para satisfacer lo que cada hombre necesita, pero no para lo que cada hombre codicia”, Mahatma Gandhi


En la sociedad de consumo, en verdad,  nos consumimos a nosotros mismxs. Consumimos situaciones, objetos, vínculos.  Consumimos nuestra igualdad, nuestra capacidad de discernir y finalmente, nuestra capacidad de elegir. Y la aburrida rueda del hámster sigue corriendo, claramente, sin llegar a ningún lugar.


Quienes que manejan la sociedad de consumo, con ayuda de algoritmos, de imponentes empresas informáticas, nos define y clasifica como potenciales clientes de lo que sea. Y se nos vende. Y compramos aquello que quizá en poco tiempo sea descartable o incluso no necesitamos. Más basura a la Madre Tierra. Que grita. Y menos preguntas sobre qué manos han confeccionado lo que compro.


A la par, seres humanos que nada tienen, que revuelven la basura y  forjan esperanza y sobrevida en los cartones. Naturalizamos la violencia que el sistema capitalista ejerce a través de monopolios. Ya no nos duelen las vísceras por los muchos. La ética se pierde entre espejitos de colores que quizá los conquistadores dieron a nuestros pueblos originarios. También sufrientes, desterrados, excluidos. Civilización o barbarie.


Los Derechos básicos se tornan privilegio. Se invierte en tecnología pero no se alimentan nuevas energías amistosas con la Naturaleza. Ni se rehúsa a la guerra ni se intenta acabar con la destrucción de la Tierra, ni cesa el imperialismo de los paises más poderosos. Una vez un amigo me dijo esta frase: “el fascismo comienza con un pequeño acto fascista” -entendiendo fascismo como régimen nacionalista y totalitario-. Plagadas la Tv, radio, diarios y redes sociales de material radioactivo, avanza  la cosificación, la autocosificación, el odio. Y las palabras bonitas, amables, amorosas, que poquísimos hacen carne.


Entender, para ser libres 


En ciertas escuelas Taoístas se enseña que los sentidos son ladrones. Rufianes pues nos impiden ver lo esencial. Miro la mercancía, la toco, la huelo, incluso puedo degustarla u oírla. De allí las palabras sin magia: éxito-fracaso, de acuerdo a lo que se puede comprar. Y la competencia absurda, brutal, en lugar del espacio a la comunidad, a las muchas voces, a la multiplicidad de talentos. Tener infinidad de cosas no nos hace seres humanos plenos. Los vacíos se trabajan con recursos interiores. No con compras o relaciones.


Mientras, las fronteras escupen muros. La discriminación por género, etnia, clase social, edad, aumenta. La Tierra es madre de cada uno de nosotros, dadora, bondadosa, contenedora, la misma para todos sus hijos. Todos. Migrantes e inmigrantes vencidos por el sueño de nuevas y benéficas posibilidades frente a una verdad hiriente, miserable, provocada por la avaricia, la codicia, de unos pocos rufianes.


La pandemia nos trajo miedo, paranoia, egoísmo. ¿La pandemia nos trajo miedo, paranoia, egoísmo? ¿O es que siempre los cargamos y salen como una ola brutal en la inmensidad de aquello que somos? O mejor dicho, que vamos siendo, que vamos eligiendo ser.


Frente a una emoción y/o pensamiento parásito podemos ser testigos, dejar pasar las imágenes y palabras como humo, nubes que vienen y se alejan, observar la película de nuestra mente al igual que la proyección de una película; respirar conscientemente y anclar nuestra existencia en el Aquí y Ahora. En ese estado, no existen exitosos ni fracasados, no hay ansías de comprar, de ser,  a través de los mandatos que la sociedad nos impone: la Existencia sólo nos exige ser Presente. Pensar y rebelarnos frente a una sociedad que impulsa el egoísmo. Hasta en un asiento de un colectivo.


A esta altura Despertar ya no es una opción sino una necesidad para con la Pachamama y todos sus Reinos.


Elige. Podés Elegir.


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Clonazepam: Balada de la Bella Durmiente

 Una sociedad dormida no puede pensar, cuestionar ni rebelarse.


La industria farmacéutica junto con las industrias “legales” de armamento y financieras son unas de las más rentables del planeta. No negamos los aportes ni las mejoras producidas en millones de seres humanos generadas por las multinacionales farmacéuticas, pero también debemos poner en relieve que tienen origen y perseverancia gracias a políticas públicas que debilitan el Derecho a la Salud. O mejor dicho, las políticas públicas son coherentes y orientadas al beneficio de dicha industria. Los Estados de visión cerrada y bolsillo abierto, mientras los ciudadanos quedan siendo atrapados por grandes mecanismos que alientan el consumir. Sin contar las tristes cortesías de laboratorios en forma de regalos y viajes a especialistas, visitadores médicos, congresos de confuso profesionalismo, etc.


La oferte crece, de igual modo, sus costos.


Historias desconocidas -popularmente- comienzan a entronizarse como la de Bayer, que junto a otras empresas, han sido responsables de los gases Zyklon B en los nefastos campos de exterminio nazis. Dow Chemical y su agente naranja sobre Vietnam, Camboya, Laos. La Dioxina, cuya planta y muertes estallaron en Italia, Seveso: Dioxina made in Roche. Recuerden este último laboratorio.


La facturación aumenta y con ella, la persona, su historia y su contexto se definen en una receta. Lejos quedan los conflictos que cualquier ser humano atraviesa, sus particularidades, sus vivencias. Su identidad. Se trata de rotular y medicar. Nos. De una instantaneidad que alivia ya: profesa la Tv, la radio, ciertas Redes Sociales. El infame monstruo de su intensa y poderosa publicidad. La manifestación en la enfermedad se torna un negocio; aún cuando no sea tal; y si lo es, dependiendo la desigualdad social, la respuesta nacerá de lo que se pueda o no costear en la farmacia.


Para quienes acceden, la balada de la Bella Durmiente, quizá, comenzará con una droga: Clonazepam, creada en 1964, comercializada por Roche, en 1975. La mencionada medicación forma parte de las benzodiacepinas, drogas psicotrópicas utilizadas para el “trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno por estrés postraumático, las reacciones agudas de estrés, el trastorno adaptativo con ánimo ansioso y el insomnio”1. Dentro de ellas, el famosísimo Clonazepam que actúa en el sistema nervioso central frente a crisis que implican un funcionamiento anormal y eléctrico del cerebro.


Aunque se utiliza en cuadros psiquiátricos como la bipolaridad. En abstinencias de alcohol. Fobias. Ataques de pánico. Determinados tipos de convulsiones. Antiepiléptico. Cada vez aumenta su consumo para aquello que hace a la vida cotidiana. El tiempo libre que no sabemos cómo llevar, la ansiedad de quien busca su sustento y su hacia dónde, quienes necesitan relajarse, el vacío frente a la soledad, la tristeza, los ataques que nos vienen desde afuera y desde adentro. Instancias de nuestra humanidad. Naturales. Empero, en numerosas oportunidades la balada es simple y a la vez, desesperada: tomo Clonazepam y voy a dormir. Me olvido. Me retiro. Me evado. El síntoma es tapado por la pastilla cuando el síntoma debe ser trabajado en una psicoterapia, si es necesario. El espacio que nos acompaña a resignificar.


Tal vez por ello, el trabajo de la Dra. Adriana Schnake -Médica Psiquiatra, Terapeuta Gestáltica, escritora- sigue siendo en parte resistido. Pues su apuesta de apropiarnos de nuestro propio cuerpo implica dialogar con él, siendo totalidad, para comprender el o los mensajes del padecimiento en tránsito. En otros términos, su Enfoque Holístico de la Salud y la Enfermedad nos enseña a Darnos Cuenta, desde el presente, qué aspecto de la personalidad se niega o se desconoce y hace síntoma en el organismo. Claramente, recomendamos su extenso trabajo, continuadora del gran Fritz Perls (1893-1970).


Desde mi experiencia, siendo diagnosticada como bipolar, considero al Clonazepam como una de las drogas legales más peligrosas. Necesaria en ciertas instancias específicas.No lo negaré.


Provoca tolerancia dijo la joven psiquiatra, mientras pensaba que de tomar 0.5mg por día ahora tomo 3mg. No es adictiva, además, enunció. No estoy de acuerdo con ella. Pues no sólo tengo registro de mí misma sino también de amigxs, parientes, allegadxs. De voces lejanas que me llegan. Que no han sido diagnosticadas por profesionales -junto al DSMV5- pues no padecen trastorno psíquico alguno.


Y aún así, volvemos a la balada desesperada de la Bella Durmiente: tomo Clonazepam y voy a dormir.



Fuentes


– Raúl Toer, Psicólogo

– José Luis Ayuso Gutiérrez, Psiquiatra (1)

– https://www.elsevier.com/es-es

– https://mondiplo.com/


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Imagen desde Ethic


Con la panza vacía

 «Hemos aprendido a volar como los pájaros,

a nadar como los peces;

pero no hemos aprendido el sencillo arte

de vivir como hermanos»,

Martin Luther King.


1, 2, 3, 4, alguien está leyendo esto.


1, 2, 3,4, un ser humano está muriendo de hambre.


1, 2, 3, 4. Segundos.


¿Acaso importa de qué etnia?, ¿acaso no somos hijos de la misma Madre, Pachamama? Somos el mundo. Lo construimos o lo destruimos. Cada quien elije.


“No hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”. Por porciones de la Gran Madre, por falta de noción de trascendencia, vale decir, el darse cuenta de qué planeta legamos a las generaciones futuras, por codicia, por egoísmo, por riqueza: la guerra. Una de las principales causas de la desnutrición, la muerte. Que no sólo se vive en líneas de frente y tácticas sino en la panza de aquellos niños, niñas, adultos que parecen nacer para morir o bien, sobrevivir. La agricultura pierde su bondad, la inflación se transforma en un calibre humeante mientras que los alimentos y las medidas de agua y saneamiento se disparan hacia agujeros negros. Espacios de salud prohibidos por las decisiones bélicas -de unos pocos, pues somos capaces de contemplar rostros de políticos pero, a fin de cuentas, estos no dejan de ser bufones de esos pocos a quienes jamás conoceremos sus caras-. Mientras, la ayuda alimentaria tambalea. Los desplazados. Los refugiados.


El Cambio Climático, con sus sequías e inundaciones, sus tiempos desquiciados; alterando siembras y cosechas. Aquel arte milenario que heredamos. Territorios asolados, anhelantes de ofrendar lo que la Madre Tierra, bondadosa, contenedora, nos otorga. A todos y cada uno de nosotros. Todo lo que se consume viene de la Tierra. Natural o procesado. Cuando es originario, regalo a los Reinos mineral, vegetal, animal, humano, -a grandes rasgos-.


“El cambio climático (CC) está impactando alarmantemente sobre los ecosistemas.  Está provocando cambios y extinción de especies. Las temperaturas aumentan, amenazando la biodiversidad, los ambientes naturales y al ser humano. Si sigue aumentando el CC, las consecuencias pueden ser: pérdida de ecosistemas, temperaturas máximas y mínimas más elevadas, episodios de precipitaciones más intensos, mayor cantidad de eventos meteorológicos extremos (entre los que se incluyen tormentas, tornados, huracanes, etc.), mayores riesgos de inundaciones y de sequías, reducción de glaciares y hielos polares, aumento del nivel del mar, etc.”, Rodolfo Burkat, 2011, Administración de Parques Nacionales -Argentina-. Y las panzas, cada vez, más vacías.


La política, incapaz de hacer frente, de proyectar y gestionar medidas para que su propia población “pueda pensar pues tiene la panza llena”. La falta de alimentos parecería no provocar una emergencia. La distribución equitativa de las riquezas, capaces de desterrar tanto, tanto más, que hiere y que nos hiere. Y mata. Nadie puede ser ajeno a la falta de agua potable, de saneamiento, de la guerra, del maltrato animal, de las talas, de las heridas que forjamos en la Madre. Los políticos parecen olvidarse. Vale más una ley para integrar sellos sobre, por ejemplo, grasas y demás toxicidades en los envases de comida que una ley que implica almacenar cuando los vientos amenazan con tempestades famélicas. Mientras, la clase media se va borrando para dar paso a la pobreza. “Si hoy día tú sumas toda la producción mundial en términos de calorías, tenemos para alimentar a todo el mundo. No es un problema de mayor producción. Es de distribución. Y eso está atado a la desigualdad”, Máximo Torero Cullen, economista jefe de la FAO.


Multi-mega-super-maxi millonarios. “No me importa la riqueza de los ricos sino la capacidad de dar”, Mario, poeta del Colectivo Poesía Viva. David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, quien insiste a los millonarios a donar una ínfima parte de su fortuna para palear la urgencia de un pueblo mundial que nace para morir de hambre -como lo he mencionado, anteriormente-. Ellos, los pocos, aumentan en riqueza. Nosotros, los muchos, somos condenados. ONU -de sospechosos vínculos con el Banco Mundial- alerta: en la cornisa del hambre se encuentran 45 millones de seres humanos.


“No hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”.


Fuentes:

https://www.unicef.es/blog

https://elpais.com

https://www.dw.com/es

https://www.who.int

https://www.educo.org

“Cambio Climático y Energía”, de Carlos G. Tanides


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Van Gogh


Desolación en el bondadoso Pulmón Verde

 500.000 km2. Una cifra. Un número en rojo, un número en filo: la selva Amazonia perdió dicha superficie entre los años 2000 y 2018. Se estima un 8% de su superficie total, los kilómetros, que, por ejemplo, ostenta el país de España. 500.000 km2.


El Pulmón Verde ruge cuando cae el árbol. Un pulmón de biodiversidad. Que convierte el Dióxido de Carbono en el gas para que nuestro organismo obtenga, entre otros, los azúcares que necesita. Imprescindible Oxígeno. Para seguir adelante. Para negar o afirmar que la Madre Tierra no es nuestra sino que somos de la Madre Tierra.


La Amazonia grita. Desde Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela; los nueve países que la contienen. No sólo desde su dimensión geográfica sino que, junto a España, son responsables, en mayor o en menor medida, de las causas de la veloz pérdida del Amazonas.


Negocios que hacen a su sangre:


expansión de la agricultura, que sostiene la dieta usual humana de los animales como alimento

deforestación, debido a la valiosa madera de ciertos árboles

legislaciones incompletas, no ejercidas o bien, orientadas a beneficiar a esos pocos, los poderosos, que están definiendo por la humanidad

concesiones mineras por el potencial de hallar grandes cantidades de oro, cromo, cobre, mineral de hierro, manganeso y estaño

construcción de carreteras, que además de propulsar la tala también afecta a los animales que viven en los árboles

represas hidroeléctricas, energía hidráulica, que impacta en cauces de aguas y en sus habitantes, los peces.

Los Reinos de la Naturaleza, rápidamente, se van cerrando sobre sí. Tanto, que se especula que en el futuro una extensión amazónica del 8% se transformará en sabana. Y con ella, cientos de especies animales y vegetales desaparecerán. Hoy, los animales que en mayor peligro de extinción se encuentran son: el Jaguar, el Delfín rosado, la Nutria gigante y el Manatí del Caribe.


Asimismo, en extremo peligro: las cien tribus -aproximadamente- misteriosas, que la habitan. Pobladores originarios. Quienes mantienen débil o ningún contacto con otras etnias. ¿Memoria?, ¿preservación?, ¿miedo? Todas podrían ser probables, considerando la honda masacre de los pueblos originarios a manos de los salvajes conquistadores.


Mientras, numerosos activistas han sido y son asesinados por afirmar: la Amazonia no es nuestra, somos de la Amazonia.


En peligro de extinción: la Vida.



Fuentes

-Greenpeace

-BBC

-WWF

-DW

-Ecología Verde, Beatriz González

-The New York Times, Victor Moriyama


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Pic de MiViaje.info


El agua es vida -la falta de agua potable en el mundo es grave-

 “El agua es el elemento y principio de las cosas”

Tales de Mileto


Cuando enuncio que uno de cada tres seres humanos vive sin agua potable manifiesto una injusticia. Una condena. Para ellos, para nosotros, para los ecosistemas de la Madre Tierra. Para cualquier posibilidad de desarrollo sostenible y socio-económico, para la elaboración de alimentos y el cuidado del medioambiente. Sin un recurso vital y básico como lo es el agua, nada puede nacer y crecer. Ningún ser de ningún Reino de la Naturaleza.


Detrás de una cifra estadística, acecha un ser humano. Que ha de transitar honduras y cumbres, derechos y privilegios. Pero este artículo no trata sobre un privilegio sino sobre un derecho. Derecho que el Estado Nacional y/o grupos de Organismos Mundiales tienen que garantizar a la población. Es Nuestro Derecho. Porque somos el Mundo.


Pero debo nombrar datos. Sobre regiones, pueblos que en este mismo momento, mientras este artículo está siendo leído: caminan kilómetros para acceder al agua de un pozo. Infectado, posible partidario de enfermedades como el cólera, la disentería, la hepatitis A y la fiebre tifoidea. Y lo más urgente: enfermedades diarreicas que son el desenlace de niños pequeños, menores de cinco años.


Conferencias y propuestas de la ONU (sin olvidar las sospechosas relaciones de la ONU con el Banco Mundial, por ejemplo) han logrado entronizar la demanda de agua potable y también, han conseguido sus victorias. Por ejemplo, el Decenio Internacional del Agua Potable y del Saneamiento Ambiental (1981-1990) contribuyó con que los países más vulnerables accedan al agua. Aparentemente, fueron afectados 1.300 millones de seres humanos.


El 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua. En el planeta, 2.000 millones de personas no pueden celebrar nada pues nada tienen. Nacen para morir. O nacen para sobrevivir. La vida es agua.


En este punto, la aparición y el avance del covid demandan una eficiente higiene. Esencial como lavarse las manos. ¿Cómo lo harán los hermanos de los diez países más sensibles: Mozambique, Níger, Chad, República Democrática del Congo, Angola, Somalia, Etiopía, Uganda, Papúa Nueva Guinea, Eritrea?  ¿Cómo lo hacen los hermanos de Santiago del Estero, Formosa, Tierra del Fuego, Salta y Chaco? A la par del ausente saneamiento -falta de cloacas- que azota con ferocidad a esas provincias. Y no habríamos de viajar tan lejos para sentirnos afectados: la extensa provincia de Buenos Aires y los barrios vulnerables de la Ciudad más rica del país arrojan la misma falta de equidad.


Se estima que el 22% de la población total de Argentina -44 millones- no tiene acceso a una red de agua digna. 22%. Se estima. Se siente. Se toma consciencia. Sin embargo la mineria a cielo abierto para separar el oro de las piedras,  usa cianuro y millones de litros de agua por día y nadie dice nada. Uno de cada tres seres humanos vive sin agua potable.


Fuentes
–ONU –OMS -UNICEF
-Aque Fundación -Fundación IO -Mundo Sano


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Manuel Dorrego; Manuel, el pueblo

La historia tiene muchas voces. Desde siempre, ha sido habitada por el filo y la sangre. Y desde siempre, existieron los otros. Aquellos habitados por la utopía, por el Amor. Héroes anónimos y no tan anónimos. Esta es la breve historia de uno de ellos: Manuel Dorrego.


No trata de un final sino de un bucle temporal cuando la mayor valentía es, una y otra vez, ser uno mismo. Entonces, sigue y seguirá siendo Manuel. Por siempre. Sin embargo, las dimensiones son traicioneras y pueden perderse hechos, situaciones, vínculos y seres que jamás debiéramos no conocer ni olvidar.


Manuel abre se abre a la vida el 11 de junio de 1787, en Buenos Aires.


De estudiar en el Colegio San Carlos hasta arribar en las ciencias del Derecho en Chile; se comprometió con el Ejército del Norte y participó de la Revolución de 1810. Su arrojo y heridas en la batalla de Sipe-Sipe convocaron su nombramiento como Teniente Coronel.


Luego, Belgrano y las batallas de Salta y Tucumán. Se rumoreaba que la voz aguda de Belgrano era telón de chistes para Manuel, quien era considerado como un personaje magnético, de buen humor, pero algo descomedido. Hasta que el telón fue abierto y públicamente ciertas burlas hacia Belgrano. Quien no lo toleró, excluyéndolo de otras batallas. Perdiendo así, a un valiente guerrero.


San Martín y su nombramiento en el Ejercito del Norte no impidieron que Manuel se comporte con irreverencia hacia el líder. Más tarde, se enfrentaron a Artigas.


Ángela Baudrix lo eligió y fue elegida como su compañera, a pesar de la honda oposición de la familia de la joven; se hicieron uno en 1815. Isabel y Ángelita fueron semilla y cosecha de la unión. Sus hijas.


Las marcadas, las letales diferencias con el Director Pueyrredón lo obligaron al confinamiento que, luego de ciertas gestiones, lo trasladaron a los Estados Unidos, donde el federalismo.


Volvió a nuestro país: 1820 era un proceso caótico. Sin embargo, su entereza, lo convirtió -de manera un tanto sorpresiva- en gobernador interino. En dicha situación gran relevancia tenía el anarquismo, además del desorden. Pero, otra vez, el destierro. Pues Martín Rodríguez y Rivadavia ocuparon sillones y estrategias. Sin embargo, tiempo después, la tempestuosa gestión de ambos políticos cayó. Por lo tanto, un nuevo reconocimiento: Dorrego, el gobernador del Partido Federal.


Aún así, fortaleza en la lucha y fortaleza frente a Rivadavia, la aristocracia, los ganaderos, los diplomáticos ingleses y las intrigas propias de la burocracia de Rivadavia iban tomando forma, aquella que no acordaba la paz con Brasil. Pero sí otorgaba la libertad a la Banda Oriental.


Mientras, Manuel, de valores federales, sentía en su hondura el sufrimiento y la resistencia de los condenados, los gauchos, los hambrientos. Los “nadies” como dijera Eduardo Galeano. Dorrego era y es pueblo. A pesar de los soldados que se oponían a la paz con Brasil. Mientras, villanos poderosos ejercían sus estrategias para organizar el complot.


Soler, Alvear, Paz y Juan Galo de Lavalle en tempestuosos preparativos, para dar fin -aquel que nunca podrá darse- a Manuel Dorrego.


Probablemente, la tristeza, la resignación de finalmente, ser traicionado y destinado a la muerte. Lavalle lo esperaba en Navarro. Sí. Lavalle, el mismo cuyo monumento puede hallarse frente al Palacio de Tribunales. Y Manuel puede hallarse en anhelo, lucha, transparencia. Aunque pocos sepan o lo recuerden. Su asesinato contribuyó a una guerra civil entre el poder de Buenos Aires y las provincias, las relegadas.


“Traición” fue la injusta condena contemplada hacia él. Tenía 41 años. 13 de diciembre de 1828. Muchos los conspiradores, muchos lo homicidas y además, los cobardes. Sus últimas cartas fueron para su compañera, sus hijas y Estanislao López. La última misiva enunciaba que se perdone a sus asesinos y que su crimen no fuera motivo del desrame de más sangre. Mientras, Lavalle se conducía al fusilamiento de Dorrego, del pueblo. De aquellos periódicos que escribió para cuestionar y alentar el federalismo.  


No daré cuenta de los majestuosos funerales, a manos de Rosas. El polvo al polvo, la ceniza a la ceniza. Pero los ideales siempre eternos, al Fuego, aquel que se adhiere a una causa justa, elevada, para continuar creciendo. Causa justa que implica a los muchos condenados por los pocos. La necesidad de justicia humana. Por la que Manuel dio su vida. El pueblo entero lloró por él. El revolucionario, el militar, el patriota, el gobernador, el diputado y el periodista, el defensor de los humildes.


No trata de un final esta historia sino de un bucle temporal cuando la mayor valentía es, una y otra vez, ser uno mismo. Entonces, sigue y seguirá siendo Manuel. Por siempre. Gracias, luchador.           


“La memoria despierta para herir

a los pueblos dormidos

que no la dejan vivir

libre como el viento”

-León Gieco-



Fuentes: https://www.cultura.gob.ar/ https://www.elhistoriador.com.ar/

Manuel Dorrego, por Félix Luna / https://www.infobae.com/


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Acuario y el decreto de ser humano

En ciertas Redes Sociales, en ciertos espacios existe una tendencia a “decretarnos”, a ser “luz de Dios”, “guerreros de la luz” o lo más trillado: “seres de luz” o se decreta: “yo soy alegría”, “yo soy prosperidad”, “yo soy paz”, “yo soy amor”. En esencia, no es incorrecta la propuesta de alcanzar dichos estados o virtudes, pero como, es la cuestión.

Ser Amor es ser Unión con todo lo que existe. Pero somos también, seres humanos. La bronca, la nostalgia, la tristeza, el odio,  son emociones naturales. Habrá que ver cuánto tiempo nos acompañan y con cuánta intensidad arremeten.

El padre de la moderna Terapia Gestalt, Fritz Perls, enseñaba que todo nos es útil. Cualquier energía puede transformarse en un recurso benéfico. Por ejemplo, el odio sirve para alejar a quien te ha dañado demasiado. Por un lapso, por supuesto, porque odiar es estar aferrado a aquello que odiamos.

Creo que hay individuos de intensa sabiduría, pero no que en las Redes Sociales, haya verdaderos Maestros.

A los que se dicen “seres de luz” también les ocurren dramas, tragedias. No es tan sencillo recorrer la incertidumbre que la vida nos propone. Los hechos dolorosos ocurren. Para todos. Para quien “decrete” y para quien no lo hace.

Ser rebeldes es uno de nuestros derechos. Un nene que nació en el hambre y murió de hambre. Un árbol que es talado con ferocidad. La muerte de animales. La Madre Tierra herida, agonizante. Poco interesa ser luz si  no gritamos por ellos. Si no tenemos la rebeldía necesaria para repensarnos. Si no somos rebeldes frente a la injusticia.

Para ser verdaderamente seres de luz, hay que ser sombras disponibles para la trascendencia. No se puede ser claridad negando al planeta y sus miserias. El cambio comienza en el corazón de cada ser humano, ese corazón que se expandirá y latirá en la belleza y la justicia. El mismo corazón que ha sufrido, que ha reído, que ha callado; muchas veces sin saber por qué lo hacía.

La entrante Era de Acuario es la propuesta de conocer el orden impuesto por los dueños del poder terrenal y crear uno mejor, para todos y todo. Y no se puede ser parte de la construcción interna y externa, si no se asume, en primerísimo lugar, que somos seres humanos.   


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Tarot Marsella


Apuntes sobre la Bipolaridad

 ¿Qué es la Bipolaridad?

Falta de equilibrio desde el nivel químico en el cerebro. Específicamente, en el sistema límbico, aquel que regula las emociones y el estado anímico. Neurotransmisores a los que sobran o faltan químicos. Enfermedad que se tipifica en grados, siendo el número I el más vigoroso. En ciertos casos puede implicar una internación psiquiátrica, sea el grado que fuese.


¿Qué es un episodio?

Mencionaremos los más agudos:  – manía  – depresión  – crisis mixta


Manía


Implica falta de sueño, ideas delirantes, grandiosidad, delirios, alucinaciones, euforia, desbordante energía, comunicación veloz que no se logra comprender, agresividad y/o irritabilidad, excesivo optimismo, gastos desmesurados, sexualidad recurrente.


Depresión


Pensamientos que socavan la autovaloración, honda tristeza, ideas de suicidio, falta de atención, conflictos con la memoria, pesimismo, apetito que crece o mengua, cansancio, desinterés por actividades usuales, dormir en exceso o no hacerlo.


Crisis mixta

Como su nombre lo sugiere: manía y depresión en simultáneo. Generalmente, por breve tiempo.


Diagnóstico

Si sentís cualquiera de estos signos, acercate a un hospital psiquiátrico (o que tenga un área de psiquiatría) para que un/una psiquiatra o incluso un/una psicólogx pueda verte.La falta de un tratamiento podría no sólo agravar los síntomas sino también poner en riesgo tu vida o la de otrxs. El registro de tu organismo es el registro de tu salud. Pedir ayuda es un acto de consciencia.


Tratamiento

Evocamos los más característicos y medulares. Psicoterapia. Psiquiatría. Psicofármacos. Equipo terapéutico que manifieste conocimientos, adecuación, apertura. Conexión con el paciente. Enunciamos esto pues existe, en ciertos casos, una tendencia a la sobremedicación. 


Tratamientos alternativos

No suplantan el “tratamiento oficial”; representan una serie de disciplinas y recursos para mejorar la calidad de vida de pacientes con Bipolaridad. Serían: atención en la alimentación. La relación con la Madre Tierra, el Sol, el contexto. Visualización creativa. Trabajo con el sonido (como mantrams), con formas geométricas. Plegarias. Estudio y puesta en práctica del mismo. Servicio sin apego a los resultados. Todas, propuestas de acuerdo al carácter y la problemática del/la paciente. Dado que tanto el/la psiquiatra como el/la piscologa definen.


Contención

Existen organizaciones como Fubipa, orientadas ainformar benéficamente a integrantes de la familia, de quienes padecen Bipolaridad.También en ciertos hospitales se generan dispositivos para el mismo fin. En el caso de adolescentes, mujeres y hombres (en internación) que no tienen familia, interviene él o la Asistente Social. Es imprescindible que los más cercanos comprendan la enfermedad y puedan otorgar entendimiento y empatía. Además de estar alerta frente a cualquier síntoma. Se especula que más del 1% de la población mundial sufre Bipolaridad.


La edad promedio, cuando se descubre el padecimiento, es a los 25 años.


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Mark Ryden 




Las redes y la era de un Acuario difuso

 Acuario es un signo fijo (sostiene) del elemento Aire y regido por el excéntrico planeta Urano. Signo de inventores, científicos, libres pensadores, revolucionarios. Su energía busca conocer el pasado para quebrarlo, dislocándolo en formas rebeldes, novedosas. Signo intensamente asociado a la Astrología y también, a la informática -entre otras disciplinas-.


Bendiciones. Gracias gracia gracias. Imágenes con frases. Sabias o cursis. Necesarias o ignorantes. Un torrente furioso que deja en primer plano la New Age, la prometida Nueva Era. Acuario.


Paz, bienestar, armonía. Fuera Capricornio con sus 2000 años de conflictos y guerras.


Nueva Era. No la que está destinada al autoconocimiento sino una de cartón y alambre. Aparentes Maestros e iluminados posteando y comentado. En Facebook. Pues se trata de la entrante Era de Acuario.


Aun así, también hay de los otros, los que hacen reír. Los saludables, a pesar de pertenecer a grupos llamados “tóxicos” u oscuros, siendo más reales, más humanos.


Detrás de cada pantalla de computadora: un ser humano. Con sus vivencias, sus mandatos (en mayor o en menor medida), sus virtudes, sus pecados (errores), sus miedos, sus creencias. Y sus virtudes, sus colores, sus gustos, sus sueños. Detrás del telón de cada posteo, Me Gusta, comentario: alguien se está dando. O no.


Tiempos de amor y pandemia, (parafraseando al gran Gabo) cuando, más que nunca, la informática lleva el protagonismo que un abrazo prohibido ofrece. Al menos por ahora. Actualmente, son las Redes y otros espacios casi (casi) la única manera de comunicarnos. La virtualidad aleja, sin embargo puede ser una herramienta para acercarnos y, vitalmente, colaborar con nuestro autoconocimiento. ¿Cómo? Usando el discernimiento. Discernir para creer o no creer. Para pensar o pasar por alto. Para ser fiel a lo que se transita en ese momento o convertirse en una ficción de palabras bonitas.


Retomo Acuario. Su imagen arquetípica es el aguatero, quien descarga desde una vasija sus aguas hacia todos y todo. Sin distinción. Fraternidad; es sólo un término. Pero puede ser un símbolo que muestra y oculta, simultáneamente, otra manera de acercarnos a distintas realidades. Como el Velo de Isis*. Primero, hay que advertir que existe un velo, para buscarlo, para encontrarlo y entonces, Isis (la gran madre, maga y sacerdotisa) sabrá qué compartir y qué no. En el Facebook confluyen diversas realidades.


Lo que vemos en el monitor esconde pseudo-infinitas operaciones matemáticas, una ingeniería basada en algoritmos. Que no vemos. Sólo utilizamos sus efectos. Un monitor. Una visión.


Una pantalla para despertar o seguir en siesta. Acaso, ¿no podemos hacer algo nuevo, verdadero? ¿No podemos ser nosotros mismos en una Red Social? Dejando a un lado, los perfiles profesionales, hago estas preguntas. ¿No podemos estar más cerca, verdaderamente?


Acuario propone desarmar la mascarada para construir algo diferente. En lejanía de autocosificaciones, vidrieras de viajes, posteos de iluminados, felicidades eternas, tan propia de la Redes Sociales. Plantear temáticas, hablar seriamente con respeto y fortaleza en la opinión. No convocar imágenes en las cuales “somos sabios”, “somos perfectos”, “amamos a todos” sino reconocernos como aprendices. Como pequeñitos hijos de la Madre Tierra, hermanos de todos sus Reinos.


Podemos hacer algo mejor. Podemos hacer algo nuevo.


*Velo de Isis:Cuenta una leyenda Egipcia que sobre la tumba de la diosa Isis, se erigía una estatua con el rostro cubierto por un velo negro. Bajo el velo se escondían todos los misterios y conocimientos del pasado. Aquel que consiga destapar el velo, hallaría la inmortalidad.


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Johfra


No hay nadie como tù*

 Se dice que quien no se ama a sí mismo no es capaz de amar a otro. 


“Ama a tu prójimo como a ti mismo”, exhortaba el Maestro Jesús. “Como a ti mismo”. 


La creatividad, a veces, arremete para recordarnos: tenemos mucho por celebrar y celebrarnos. 


Abrazarse, arrullarse, como el bebé y la madre al mismo tiempo. Sintiendo el amor por lo que se elige ir siendo. Diciendo: te amo, gracias. Podría ser un gran ejercicio diario. Muy Sanador.


Amarse a uno mismo implica confiar, pero también desconfiar de los intentos de los medios de comunicación, de las redes, de la sociedad de consumo,  de crear expectativas, de ser otros a la espera de un status, un objeto, un deseo. Ser uno implica aceptarse. Sabiendo que las luces y las sombras siempre acechan. Sabiendo que algunos de los monstruos que nos habitan, pueden ser extinguidos por la luz de la consciencia. 


Muchas veces nos aferramos al pasado. Mientas, el futuro es la ambición constante. Y así, nos perdemos  el Aquí y Ahora; cuando somos infinitos en la unidad con todo aquello que nos rodea y nos penetra. 


Desde Oriente nos enseñan: dolor no es igual a sufrimiento. Acotamos que el dolor es tan humano como la alegría mientras que la mente saltarina, difusa, oscura,  puede ser capaz de condenarnos. Sufrir por lo que hice o no hice, sufrir por lo que no llega. Sufrir. 


¿Cuánto espacio nos queda allí para amarnos? Para saber que somos únicos e irrepetibles. Para que la mente no  sea quien nos piense sino que seamos nosotros, desde el interior del ser, los responsables en la peregrinación de integrarnos para amarnos. 


Despertar en el amor, a fin de cuentas.


Una consigna, añeja, de los luchadores del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social era: “el trabajo digno empieza por casa”. Parafraseando advertimos: el amor empieza por casa.


Retomamos para dar cuenta de que quien no se ama en hueso y médula, en alma y chispa divina, no puede llegar a la intimidad con un otro, no puede transformarse en un círculo con su amado, con la piedra, con el árbol, con la flor. 


Se llenará de arrepentimientos  sin dirección, de proyectos para soñar,  sin raíces. Tal vez, quizás,  buscará con desesperación el amor. 


En otra dimensión, sabia, benéfica, caminará con su soledad en dignidad y amor por su sendero elegido. Su amor será expansivo. Se amará y será capaz de amar. 


Ser un rebelde por elegir ser uno mismo, en la luz del espíritu. 


La sociedad teme a los rebeldes. Teme a los que se autovalorizan pues no compran mandatos ni chucherías. Siempre tenemos la oportunidad de no correr, de vernos hacia adentro y elegir ser. No somos robots, somos seres vivos. 


*Canción de Calle 13


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OSHO Zen Tarot


Ser madre o no ser madre: esa es la cuestión

 “Los seres humanos no nacen el día que los alumbran, 

sino cuando la vida los obliga a parirse a sí mismos”

 Mario Benedetti


Es entendible que para muchas mujeres la creación de sus hijos es su motivo de orgullo y en ciertos casos, su autovalorización. Su anhelo de trascendencia. Sea por amor correspondido, sea por familia monoparental, sea por retos pendientes, sea por condena.


Si se ama al arte, por ejemplo, ¿cómo una mujer no habría de amar a sus hijos? Si se expone la creación artística, ¿cómo una mujer no expondría a sus hijos? 


Comprendemos. Valoramos: se trata de amor. Mostrar amor.Enseñar -refiero al Tarot de Marsella- Emperatrices maternales y Lunas fecundas. 


Aun así, sostenemos que es uno de los peores mandatos. Uno de los más peligrosos. Hirientes; “una mujer es plena cuando se transforma en madre”. Lo que es igual a decir: “la destinación de una mujer es ser madre”. 


Pero parecen olvidar. Una mujer puede alumbrar consciencia, misticismo, arte. La Vida se viste de innumerables maneras y apuestas.Se trata de elecciones, no de grilletes sostenidos por tradiciones.


La plenitud posee sus colores y formas. Ser o no ser mamá es una elección, válida como otras. Hay quienes priorizan su introspección, su sendero espiritual, su carrera, etc. Ellas, usualmente, son recibidas como “las pobrecitas que no pudieron ser madres”. Mientras otras, creen que parir no forja madres sino solamente eso: un parir. 


Será el presente, la causa que se siembre, quienes las convierta en verdaderas o no,mamás. Pues acaso, ¿ser madre o no ser madre: esa la cuestión? ¿No podemos salirnos del mandato? Deberías de boca y visión acortada. Una cultura que continúa sometiendo a la mujer, desde tiempos inmemoriales. 


La única destinación del ser humano es alcanzar su plenitud, su unión con Dios (si se cree), su dar Servicio (sin apego al resultado).


Cada quien posee la bendición de elegir su sendero.Podemos salirnos del mandato. Celebrar que vamos siendo: las que elegimos ir siendo, lejos del deberías, incrustados, negados, ocultos. Esa es la verdadera cuestión. 


Fotografías y fotografías y fotografías de hijos, hijas, y victoriosas familias. Sabemos, la Redes Sociales son un mecanismo eficiente de vidriera. Se muestra aquello que no es cierto, en el intento de generar una identidad a fuerza de posteos; donde “todxs hacen” pero, en verdad, casi nadie es. Casi. 


Las hay de las honestas, las de la ternura y de la militancia en soledad. 


La Justicia -como diría Jodorowsky sobre el Arcano VIII del Tarot Marsellés-: es darnos aquello que nos corresponde. Intentado la compasión, sin dejar de ser honestidad. A nosotras mismas. Sabiendo:


“puedes correr y correr lejos pero nunca podrás correr de vos misma”, Bob Marley. 


¿Hacia dónde corre la sociedad? ¿Hacia dónde corremos? ¿Será que aún nos mentimos a nosotras mismas, inventando un futuro de apogeo alcanzable sólo por la maternidad? ¿Será?


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Picasso



 


Locas y locos

OSHO manifestaba que un loco es quien teme al mundo demasiado. Conocí locos de ternura y algunos locos de rabia. Los cigarrillos como tesoros inmediatos. Los amantes que conocieron el milagro entre los muros. Las amistades que cantaban vida. Las y los enfermeros decían: medicación en lugar de meditación. Siempre me alertó eso. Mi organismo mentido por puñados de pastillas. Las cintas de contención por dolor o por bronca. Los neuropsiquiátricos no son como los de Hollywood. Nunca la esperanza nos hizo vecinos del desconsuelo. Cuando alguien, finalmente, era dado de alta la alegría se comía cualquier hechizo empinado. Eran mesetas donde el extrañar y la dicha eran patria de todos y todas. También vi sangre. También fui contenida por dolor y nervios. Las pichicatas eran propiedad de las rebeldías o las rebeldías sin causa. Un Palo Borracho nos abrazaba. Entre la tierra y el pasto encontré el camino amarillo, al final tenés que pedir un deseo. Dios sabe del mío. Eso alcanza. Siempre alcanza. Y el árbol torcido, que obligaron a ser recto y se rebeló a su forma amorosa y combativa. Las salidas transitorias como tesoro hallado en lo queda del templo de Salomón. Más tarde, al salir, la discriminación, la exclusión, el miedo. El “no te quedes con la loca o/y el loco”. Tal vez la sensibilidad nos jugó una mala pasada. Quizá transitar el sistema capitalista fue la escarcha que nos llevo al miedo. Siempre es un quizá. Para cada quien, una verdad. Pero hay algo certero: llevamos con dignidad nuestra locura. A pesar de las mareas turbulentas.


Vincent