Meditación

Alas y raíces
en el centro
cuando me encuentro
dentro y fuera de mí.





Yo asciendo con mi cuerpo

En Astrología el Ascendente (Ac) es la cúspide de la Casa 1. El eje Este de la Cruz Encarnada. La intersección del horizonte y la eclíptica al momento de nacer. Da cuenta de las características del parto. Es el Yo Soy, así me muevo, pero no un Yo Soy resultado del proceso de autoconocimiento sino un Yo Soy inmediato, que irradio, que es visto, que irrumpe en mí y se expande. Al menos en un principio, y en una elección de camino, así se vive el Ascendente. Con el zodíaco en reposo, la vibración de la Casa 1 corresponde a Aries, regido por Marte, primer signo del zodíaco, el Carnero. Signo cardinal, de Fuego. La chispa se enciende, avanza sin saber exactamente hacia dónde.

Al Ac se le llama vehículo, pues los planetas en los signos son energías que se mueven gracias a él, de allí la expresión, “los planetas salen por el ascendente”. Me gusta pensarlo en el prisma que recibe la luz blanca y la transforma en luz de colores. El espíritu es la luz blanca, el círculo vacío y central de la Carta, el misterio, que se densifica en el prisma, el Ascendente y se vuelve luz de colores, las funciones planetarias. La Carta Natal es la gestalt completa, tiene centro y tiene forma, punto y esfera, está viva. Según Alice Bailey, el Ascendente indica el propósito del alma para esta encarnación. Mientras menos consciente sea el Ascendente más fuerza tendrá en el destino, pues la energía que no es significada desde adentro, vendrá desde afuera hasta que se comprenda la correspondencia. Yo entiendo destino como: futuro (en términos de la acción humana, efectos de las causas que cada uno gesta, en la vida presente) más providencia (la mano de dios, que relaciono con Tattva Shiva-Shakti, voluntad y poder divinos, cuando la voluntad -Saturno- y poder -Marte- individuales se sintonizan con Shiva-Shakti el milagro comienza. Voluntad es el deseo perseverante de la meta a alcanzar y poder son los medios para llegar a la meta). Mientras más consciente sea la energía de mi signo ascendente más comprendo que las situaciones y personas que aparecen son la escuela donde aprenderé que yo también soy eso. Según Eugenio Carutti, el Ascendente es entrada de conciencia y salida de energía. Los planetas salen por el Ascendente, tiñe con su color la Carta, así me muestro y soy al mundo y simultáneamente el mundo se muestra y es en mí, sea más o menos consciente de ello. Dicen que el universo no nos da lo que queremos sino lo que necesitamos para evolucionar. Una y otra vez se sucederán eventos que representen la energía ascendente, cada vez con más fuerza y voracidad, hasta que pueda integrarla en mi personalidad, en las capas más profundas y luminosas.  

En el Tarot de Marsella la Carta I es el Mago, el inicio. Una figura joven y masculina, parada y en acción, sobre una mesa dispone de elementos, una moneda representa a la tierra, una copa, el agua, un cuchillo, el aire y la varita en su mano izquierda, el fuego. Tierra es acción, agua es sentimiento, aire es pensamiento, fuego es deseo. El Mago es el arquetipo del creador y en su dimensión vulgar, del charlatán y estafador. Es el Mago interior que nos dice: ¿cuál es tu deseo?, yo puedo hacerlo posible. Los elementos del Mago se transformarán en seres en la Carta XX, el Mundo, la moneda en un buey, la copa en un ángel, el cuchillo en un águila y la varita en un león.

El eje 1-7 en sus vértices dan cuenta de la polaridad: Yo-el Otro, Yo desde Casa 1, el Otro, desde Casa 7. En nuestra humanidad nos movemos en polos. Dice el Kybalion: "Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse", a esto se le llama cuarto principio, Ley de polaridad. Entonces mi Ac es mi mundo y el Descendente el mundo del otro, de un polo al otro me muevo, entro en conflicto, me cuestiono, me Doy Cuenta, transmuto, llego al equilibrio, y otra vez la rueda gira, me muevo de un polo a otro.

El Ascendente es también el cuerpo físico. El espíritu se materializa, encarna en un cuerpo que será su vehículo. En un extremo los sentidos se rechazan pues confunden, sumergiéndonos en maia, ilusión, y en el otro, en Occidente los sentidos se mercantilizan, se nos alienta a consumir, a ser en la medida de lo que tenemos. Atenta a los dos extremos trato de encontrar la síntesis, cuerpo como camino para encontrarme a mí misma. Invoco a la Terapia Gestalt y al trabajo de Fritz Perls. La técnica de Silla Vacía. Si mi cuerpo es mi vehículo, mi Ascendente, voy a entonces a conectar con mi cuerpo. De mi piel hacia adentro, lo que siento, lejos de las racionalizaciones. Que mi vehículo sea timón, que me orienta hacia donde es necesario sanar para ser yo misma. Y cierro los ojos, le hablo a ese otro, a ese órgano que ha enfermado (Enfoque Holístico de la Salud y la Enfermedad, de la Dra. Adriana Schnake; enfoque presente en Buenos Aires gracias al Dr. Carlos Gatti y a la psicóloga Nora Guinsburg) o a esa persona con la que estoy en conflicto o a ese planeta de mi Carta Natal o a ese arquetipo del Tarot o a ese elemento de mi sueño, y luego soy aquello y respondo, y vuelvo a ser yo misma, y vuelvo a ser aquello y respondo: para que lo que considero extraño o ajeno o sufriente se revele en su unidad, hago el camino de un polo a otro, atravesando grado por grado.   

Mientras escribo me doy cuenta que esencial es el cuerpo en la historia humana, cuantos lo han puesto por algo mayor que los trasciende. Cuan cierto es que el cuerpo es la manifestación del espíritu, es el medio para el aprendizaje del alma, cuando así se elige. Cuantos héroes anónimos y cuantos héroes olvidados por la historia que escribe el capital y conviene a unos pocos. Es 1 de mayo. Recuerdo a los mártires de Chicago, los anarquistas Michael Schwab, Louis Lingg, Adolph Fischer, Samuel Fielden, Albert R. Parsons, Hessois Auguste Spies, Oscar Neebe y George Engel. Siguen vivos.